La identidad digital es algo que aún claramente no dominamos. No importa si pertenecemos a una generación “nativa digital” o si hemos vivido la transición de lo analógico a lo digital, es evidente que a la mayoría nos hace falta educación en cuanto a la correcta gestión de nuestra identidad digital.
¿Qué entendemos por identidad digital?
Nos referimos a nuestra actividad en el entorno digital; redes sociales, correos electrónicos, cuentas bancarias, dirección IP, etc. Toda aquella información intangible asociada a nuestra existencia en el mundo físico y digital, y que contiene elementos sociales, económicos y legales.
Nuestra identidad digital comunica quiénes somos en internet, es nuestra representación en el ciberespacio. Una identidad que se va construyendo a partir de nuestra propia actividad y de nuestras conexiones con personas y organizaciones en el entorno online.
¿Cuál es la situación actual en cuanto a identidad digital?
La world wide web arrancó con la promesa de ser una gran utopía descentralizada. Lamentablemente desde su creación, organizaciones y gobiernos nunca se preocuparon en tener una mirada formal sobre la privacidad de los datos y la identidad.
Debido a ello, en la actualidad tenemos varios desafíos relacionados a la identidad digital.
El primero es que nuestros datos personales son una mercancía digital.
Es evidente que los usuarios exponemos de forma voluntaria nuestros datos, pero no siempre somos conscientes de la repercusión que nuestras acciones pueden tener, especialmente por el uso que las grandes empresas tecnológicas pueden hacer de esta información, usualmente vendiéndosela a terceros.
Los proveedores de sitios de redes sociales pueden guardar información de nuestro número de IP, y tráfico de datos durante nuestra conexión, utilizándola quién sabe cómo.
Voluntariamente damos datos sensibles como nuestro correo electrónico, fotografías, número de teléfono, experiencia profesional, escuela a la que atendimos, preferencias políticas, religiosas y sexuales a la hora de crear nuestro perfil en redes sociales. Datos que están al alcance de desconocidos y pueden ser utilizados fácilmente en nuestra contra.
Personas con propósitos maliciosos pueden engañarte, estafarte y hasta extorsionarte a partir de esos datos. Somos varios los que conocemos a personas cercanas quienes han recibido una llamada telefónica o mensaje de whatsapp, de parte de una persona suplantando la identidad de un familiar, pidiéndole ayuda económica para solventar algún problema. Y seguro son varias las personas que han caído en la trampa.
«La mejor manera de proteger tu privacidad en la red es asumir que no la tienes y modificar tu comportamiento en línea de acuerdo con ello». Dennis O’Reilly
Por otro lado, también debemos preocuparnos por el mal-hacer de organizaciones y gobiernos. Empresas como Meta que monopoliza las redes sociales (Facebook, Instagram y Whatsapp) y continua incrementando su capital económico gracias a nuestros datos privados. Convirtiéndose en un arma con el potencial de afectar resultados de elecciones presidenciales, como fue el caso de las elecciones en Brasil y USA.
Y gobiernos como el estadounidense, quien a través de su Agencia de Seguridad Nacional (NSA) posee un registro de llamadas telefónicas y monitorea el correo electrónico y el tráfico de internet de virtualmente todos los estadounidenses, tal y como lo demostró Edward Snowden al filtrar datos secretos de la NSA.
Y un último gran desafío son aquellas personas que no poseen identidad ante los gobiernos. En la actualidad existen alrededor de 65 millones de refugiados a quienes los estado-nación les están negando su identidad. Según el Banco Mundial hay aproximadamente 1100 millones de personas sin identidad, personas que no existen para el sistema, no tienen pensión, jubilación, acceso a préstamos, y un sin fin de beneficios que tú y yo consideramos básicos.
[Si te interesa este tema, te invitamos a leer nuestro artículo Blockchain para una sociedad inclusiva e igualitaria]
Una vez expuestos los actuales desafíos, ¿Crees que estos problemas se están haciendo más grandes o más chicos? Dejaremos que reflexiones sobre tu respuesta.
Nosotros nos consideramos personas realistas y optimistas, y es por ello que creemos que la tecnología Blockchain y la Web3 nos puede proporcionar una potencial solución.
Identidad Digital Soberana – Self Sovereign Identity (SSI)
La Web3 es una nueva forma de internet, que nace con la filosofía de otorgar el protagonismo a los usuarios de plataformas y aplicaciones descentralizadas.
La llegada de la Web3 nos permite repensar qué es la identidad digital gracias al concepto de Identidad Digital Soberana, en la cual son los usuarios quienes tienen el total control sobre sus datos personales y sobre cómo los comparten.
Uno de los protocolos digitales que está tratando de repensar qué es la identidad y el voto en un mundo digital es Proof of Humanity, co creado por uno de los fundadores de Democracy Earth Foundation, Santi Siri, fundación dedicada a repensar qué es la democracia en la era digital.
¿Qué es Proof of Humanity?
Proof of Humanity (POH) es un registro de humanos en la blockchain a prueba de ataques de suplantación de identidad.
Construido sobre la blockchain de Ethereum, la cual es incensurable, incorrumpible, transparente, inmutable y descentralizada.
POH tiene como filosofía que la identidad es un bien público, en la cual solo cada persona debería tener las claves privadas relacionadas con su identidad. Y por lo tanto, únicamente dicha persona puede realizar acciones en el entorno digital a nombre de su identidad, a través de la firma con sus claves privadas.
Para verificar nuestra humanidad en Proof of Humanity debemos subir un video en el cual mostremos la dirección pública de nuestra wallet (billetera digital Web3), y nuestra cara diciendo una frase en la cual confirmamos que somos humanos y que no estamos registrados anteriormente en POH.
Mediante el proceso de grabarnos en video pronunciando una frase concreta, se pone una primera barrera de entrada a bots, puesto que la Inteligencia Artificial para recrear avatares ficticios con voz humana y aspecto humano, a pesar de estar muy avanzada y con resultados casi idénticos, aún es posible reconocerla y localizarla.
Además, para subir nuestro perfil debemos poner una cierta cantidad de ETH en depósito mientras se verifica la identidad única y humana del solicitante.
El protocolo funciona de la siguiente forma:
- Una vez subido nuestro perfil necesitamos que otrx usuarix con perfil registrado certifique que somos humanos, lo que se conoce como Vouch.
- Por defecto todos los perfiles voucheados son aceptados y la comunidad dispone de 3 días para reportar un perfil como falso o duplicado.
- Si se reporta, el caso pasa a la justicia descentralizada de la mano de Kleros (un proyecto interesantísimo de justicia para Web3)
- Si se determina que el perfil no es humano o está duplicado, el solicitante pierde el depósito puesto en garantía y se distribuye entre el protocolo y quién denunció el perfil.
- De esta forma se incentiva de manera descentralizada la revisión de perfiles por parte de toda la comunidad.
- Si pasados esos 3 días, el perfil no es denunciado, queda plenamente confirmado y se devuelve el depósito puesto en garantía.
- Es muy importante tener en cuenta que para registrarte en POH puedes utilizar un nombre falso, o pseudónimo y no tienes que dar ninguna información personal o privada. Salvo tu cara vía video y la dirección de tu wallet (mejor que sea una wallet que solo utilizarás para dicho fin).
De esta manera, se consigue una base de datos descentralizada en la que se asegura la humanidad de sus integrantes. Todo lo que necesitas para ser verificado por otros seres humanos es una conexión a internet y un video que corrobore tu identidad.
¿De qué nos sirve algo como Proof of Humanity?
¿Te has dado cuenta que en las redes sociales estamos rodeados de bots y que muchas veces no sabemos identificarlos con las cuentas de seres humanos reales?
Estas plataformas de redes sociales podrían utilizar a POH como manera de identificar los perfiles asociados a un ser humano por ejemplo.
Por otro lado, gracias a protocolos como POH podemos explorar lo que sería una democracia real en el entorno digital, una persona un voto. Con este punto debemos señalar que Proof of Humanity es considerada la DAO (Organización Autónoma Descentralizada) más democrática de la blockchain de Ethereum. Si no sabes que es una DAO quédate con es una nueva forma de organizar a personas de todas parte del mundo a favor de un propósito en común gracias a la tecnología blockchain.
La mayoría de protocolos dentro de Ethereum son una plutocracia, mientras más tokens tengas más poder de voto ostentas.
POH también esta testeando algo que muchos gobiernos y organizaciones llevan debatiendo hace años, el Ingreso Básico Universal. Una vez que tu perfil esté verificado en el protocolo pasarás a recibir un goteo de tokens UBI (Universal Basic Income), recibiendo 1 UBI por hora, de manera automática en tu wallet. Sin importar si estás en USA, España o Uganda, tu ingreso mensual en UBIs será exactamente igual al de otros usuarios.
El UBI es un mecanismo de redistribución de riqueza, equitativa para todas las personas a lo largo del tiempo. Personas no repetidas, ni bots, gracias a Proof of Humanity. De tal manera que este ingreso se convierte en un instrumento que permite a la gente tener una subsistencia, sin coerción alguna.
Proof of Humanity no es el único proyecto blockchain tratando de solucionar los desafíos relacionados a la identidad digital. También se encuentran proyectos como Idena y BrightID.
Soulbound Tokens (Tokens "ligados al alma")
En mayo de 2022, Glen Weyl, Puja Ohlhaver y Vitalik Buterin publicaron «Decentralized Society: Finding Web3’s Soul» (Sociedad Descentralizada: Encontrando el alma de la Web3) , presentando el caso de los tokens «ligados al alma» (Soulbound Tokens – SBT).
Los SBT se pueden considerar como un token permanente e intransferible en una blockchain pública. Pueden ser emitidos en varias formas (un logro escolar, una deuda financiera, un contrato de trabajo) por cualquier persona, ya sea un individuo, una empresa privada, una universidad, una comuna o un gobierno. El objetivo es que nos permiten teñir la identidad de una persona con el contexto social, abriendo un mundo de posibilidades de coordinación que hasta ahora no era posible sin un intermediario.
En esencia, los SBT son una codificación del capital social (es decir, la reputación) en forma de propiedad digital. Al “desnudar nuestras almas”, las personas podemos mostrar nuestra reputación abiertamente y demostrar la autenticidad de quienes decimos ser.
¿Cuáles pueden ser los potenciales casos de uso de los SBT?
🎨 Arte: un artista sin acreditación profesional pero que ha recibido el respaldo de una comunidad puede demostrar su «credibilidad callejera» a través de un SBT emitido por dicha comunidad.
🎓 Educación: aquellos que no pueden pagar un título universitario costoso pueden demostrar sus credenciales educativas a través de SBT obtenidos de vías de aprendizaje informal.
🏦 Banca: los solicitantes de préstamos pueden demostrar su confiabilidad a través de la ausencia de un mal historial crediticio, o al mostrar su buena reputación a través de una colección SBT, eliminando la necesidad de modelos de sobrecolateralización comúnmente utilizados en DeFi. Al reembolsar un préstamo, un SBT podría emitirse como prueba de reembolso.
🗄 Gestión de registros: los SBT pueden reducir la fricción de finalizar relaciones existentes con nuestros proveedores médicos o de seguros al transportar fácilmente todos nuestros registros médicos como SBT.
👔 Operaciones comerciales: los SBT pueden mejorar la eficiencia de las funciones comerciales tradicionales, como ventas/RR. HH., al identificar fácilmente los tipos de SBT que llevan los clientes/empleados potenciales.
La gran visión detrás de los SBT es que algún día, en una sociedad en la que Web3 se ha generalizado, la dirección de la billetera de una persona puede proporcionar una «identidad digital» confiable y completa, en contraste con las poco confiable credenciales emitidas por nosotros mismos con las que decoramos nuestras páginas de LinkedIn y CVs.
¿Pero, realmente queremos «desnudar nuestras almas?
Credenciales Verificables (Verifiable Credentials - VCs)
Ante esta pregunta y las implicaciones que conlleva, surgen las credenciales verificables.
La permanencia y la naturaleza pública de un SBT podría resultar en una pérdida de privacidad demasiado costosa e incentivar ciertas formas de discriminación negativa.
Por ejemplo, un empleador racista podría descartar a un empleado potencial porque un vistazo a la billetera del solicitante de empleo muestra prueba de asistencia a un evento de Black Lives Matter.
Al igual que los SBT, las Credenciales Verificables pueden ser emitidas por cualquier persona y pueden representar cualquier tipo de información. La diferencia clave, es que opera de forma privada mediante la aplicación de tecnología de prueba de conocimiento cero (zero knowledge proof). Las credenciales verificables funcionan sobre la base de una «divulgación selectiva», el usuario decide con quién compartir qué credenciales sin la necesidad de mostrar más información, de manera segura y privada.
No sabemos si serán proyectos como Proof of Humanity, los SBT o las VC quienes sean el caso de uso definitivo para la identidad digital. Probablemente cada tipología encontrará su caso de uso ideal.
Lo que nos parece clave es que como humanidad empecemos a cuestionarnos estos temas especialmente al encontrarnos en etapas muy tempranas de la tecnología blockchain y así asegurarnos de no seguir cayendo en los mismos errores del pasado.
Internet se construyó sin una capa de identidad. Décadas de esfuerzos para construir esa capa se han basado en algún tipo de proveedor centralizado… hasta ahora.
La identidad digital de Web3 representa una alternativa creíble a la formulación de identidades digitales de manera descentralizada.
En una próxima publicación exploraremos la repercusión que la identidad digital podrá tener para el sector travel.