Cada año nos topamos con un buzzword o palabra de moda que inunda titulares, portadas, grupos de WhatsApp y que se convierte en el tema recurrente en conversaciones con los amigxs y compañerxs de trabajo. Si en 2022 fue la palabra metaverso, parece que este año que acaba de empezar ya ha encontrado la suya y claramente me refiero a la Inteligencia Artificial y concretamente a chatGPT.
La diferencia entre una y otra es que si bien la palabra metaverso fue introducida de forma prematura a raíz de la presentación de Mark Zuckerberg y su uso masivo lo esperamos para dentro de unos 5-10 años, la inteligencia artificial sí que ha demostrado ser una realidad disponible al alcance de cualquiera que tenga conexión a internet y que es capaz de ayudarnos (¡Y de qué manera!) a día de hoy en nuestros quehaceres cotidianos.
Una de las principales precursoras de este auge en el uso de inteligencia artificial es sin duda OpenAI, una organización de investigación en inteligencia artificial con sede en San Francisco fundada en 2015 por Elon Musk y Sam Altman (presidente de la famosa aceleradora Y Combinator) entre otros, con el objetivo de desarrollar y promover la inteligencia artificial de manera segura y responsable, con el fin de beneficiar a toda la humanidad.
Y precisamente su CEO, Sam Altman concedió una entrevista hace unos días para StrictlyVC en la que habló entre otras cosas de los dos proyectos estrella de la compañía: DALL·E 2 y chatGPT, de la repercusión que están teniendo y de cómo ve Sam el presente y el futuro tanto de la compañía como de la Inteligencia Artificial.
En este artículo vamos a resumirte lo más interesante de su intervención y lo complementaremos con algunas de nuestras ideas al respecto.
Sam empezó reconociendo que le ha sorprendido la repercusión tan grande que ha tenido el lanzamiento de chatGPT. La tecnología de procesamiento de lenguaje GPT3 fue desarrollada por OpenAI y lanzada al mercado en 2020 y cualquier desarrollador (mediante una suscripción de pago) podía utilizar su API para integrarlo en sus productos. A Sam le sorprendió que nadie hiciera una interfaz de usuario sencilla y funcional a través de un chatbot y es por ello que decidieron hacerlo desde OpenAI.
ChatGPT fue lanzado el 30 de noviembre de 2022 y es ahí cuando el usuario final ha (hemos) tenido acceso a beneficiarnos de esta tecnología de forma gratuita y sencilla. Sam esperaba que al hacerlo accesible hubiera interés pero no se imaginaba que se produciría el efecto bola de nieve que estamos viendo. Queda patente que el conseguir un buen UX (experiencia de usuario) es el factor diferencial para que una tecnología se adopte y estamos convencidos de que sucederá lo mismo con otras tecnologías como blockchain, realidad aumentada, virtual etc… Y sí, también creemos que cuando ese día llegue, la repercusión será tan grande cómo lo está siendo chatGPT.
Una de las críticas que ha tenido chatGPT es que es un producto imperfecto, que puede tener sesgos y proporcionar en ocasiones información incorrecta. Sam explica que su visión es la de sacar productos que todavía no están terminados, que son incompletos (pero que han sido comprobados y testeados como seguros) para que la gente pueda empezar a hacerse una idea de la disrupción que viene, de cómo va a cambiar el mundo y qué herramientas vamos a tener a nuestra disposición.
Dice que cualquier herramienta como chatGPT, que va a tener un impacto brutal en la economía y en la sociedad en general, es mejor lanzarlo poco a poco, que la sociedad tenga tiempo de adaptarse, establecer los límites, analizar los fallos y construir entre todos diversas maneras de conseguir un beneficio común. De lo contrario, lanzar un producto tan potente como este completamente perfeccionado y obligar a la gente a adaptarse a marchas forzadas puede ser contraproducente.
También se refiere en este sentido a las implicaciones legales, éticas y morales. ChatGPT no es perfecto y va aprendiendo de sus errores y ese aprendizaje (ahora) no lo hace sólo OpenAI sino que la estamos entrenando entre todos lxs usuarixs que interactuamos con él. Así pues, crece con una visión mucho más amplia y entre todos vamos a construir los límites sobre qué debe y que no debe hacer la herramienta y establecer así un marco ético.
Su idea es radicalmente opuesta a la de Google quien dijo hace meses que no lanzarían su IA al mercado (que quizás es incluso más potente que la de OpenAI) hasta que estuviera completamente entrenada y funcionara perfectamente. Pero ¿qué es funcionar perfectamente? En este caso la IA estaría entrenada a imagen y semejanza de los valores de Google pero ¿esos valores los comparte la mayoría de la humanidad? ¿Vamos a permitir caer de nuevo en los errores de la Web 2.0 y dejar que sean las grandes corporaciones quienes nos digan cómo debemos comportarnos? La visión de Sam es más inclusiva y creemos que un avance tan importante como este tiene que ser cocreado por todos y no únicamente por una gran corporación.
Al ser preguntado sobre el debate que ha generado chatGPT en la educación y si las escuelas y universidades deben fomentar o prohibir el uso de esta herramienta, Sam dijo que lo que tenemos que hacer es aprovechar esta tecnología para el beneficio personal de todxs y conseguir mejores resultados en todos los ámbitos, incluido por supuesto, la educación. El terreno de juego ha cambiado, no podemos intentar jugar con las mismas reglas que antes. No hay marcha atrás hacia un mundo en el que no exista IA que genera texto e imágenes y por tanto lo que debemos hacer es adaptarnos al cambio. Igual que cuando surgió la calculadora no tenía sentido discutir si debía usarse o no sino aprender a usarla, estamos ante un cambio similar.
También se refirió a las herramientas que detectan si un texto está escrito por una IA o por un humano (herramienta por cierto que la propia OpenAI está lanzando). Para Sam no deberíamos perder el tiempo en estas discusiones sino como menciona en varias ocasiones, aprovechar las ventajas y beneficios de la tecnología. Aun así, no cree que llegue a existir una herramienta capaz de distinguir fielmente si un texto ha sido escrito por IA o no. Además nos encontramos ante un escenario en que una IA determinará si otra IA ha escrito un texto con lo que ambas irán mejorando sus propios algoritmos y aprendizajes haciendo imposible llegar a un punto en el que haya una capaz de superar a la otra ya que ambas están en constante evolución.
Sobre el futuro de la compañía a corto plazo confirmó que tras democratizar la creación de texto e imágenes con IA su próximo gran paso es el de la creación de vídeo y aunque no se atrevió a dar fechas exactas, cree que muy pronto tendremos notícias al respecto. Sin embargo no es tan optimista en cuanto al lanzamiento de la nueva actualización de chatGPT con el modelo de lenguaje GPT4. En este caso prefiere ser cauteloso y perfeccionar bien el modelo ya que el salto exponencial en cuanto a capacidad de lenguaje es tan grande que quieren estar seguros de lanzarlo de forma responsable y minimizando al máximo los posibles riesgos que pueda conllevar.
¿Y el futuro a medio plazo?
Inteligencia artificial general (AGI), una inteligencia artificial que pueda realizar cualquier tarea que un ser humano puede hacer. Actualmente tenemos una IA para texto, otra para imagen, otra para vídeo, etc… En el futuro se combinarán para que una única inteligencia pueda ayudarnos con todo lo que necesitemos.
¿Una única inteligencia artificial que domine el mundo? 😮
No, la visión de Sam es que haya varias AGI y que cada una de ellas se especialice en un sector, un nicho, en ocio, en trabajo… y que no exista una tan grande que domine por completo su área de especialidad sino que serán varias las que tendremos disponible para un mismo conjunto de tareas. Esto hará que ninguna sea lo suficientemente grande como para predominar sobre el resto (evitaremos cometer el mismo error que hemos cometido otorgándole tanto poder como le hemos dado a Google o Meta por ejemplo) y democratizará su acceso a nivel global.
Además cada AGI estará programada según las reglas y aprendizajes establecidos por una organización, empresa o comunidad con lo que cada una tendrás sus propios límites (eso sí, cree que es vital que haya unos límites básicos acordados a nivel mundial y que ninguna AGI pueda violar) y por tanto unas serán más formales, más sumisas y otras por el contrario más atrevidas y quizás políticamente incorrectas.
Y por último, ¿qué esperar en el futuro a largo plazo?
Cada uno de nosotros tendremos una inteligencia artificial a imagen y semejanza nuestra. El proceso sería simple: plasmamos en unas líneas nuestras ideas, valores, misión, en definitiva quiénes somos y cómo nos comportamos y la IA sería capaz de analizar todos esos inputs (e ir aprendiendo y perfeccionando con nuestras acciones diarias) y actuar, escribir, hablar, comportarse como lo haríamos nosotros. La iríamos entrenando cada día para que nos fuera conociendo mejor y se convertiría en nuestrx ayudante personal para todo.
Conclusiones
Está claro que estamos viendo un primer paso (de gigante pero primer paso al fin y al cabo) en la democratización de la inteligencia artificial. Ahora tenemos al alcance de nuestra mano herramientas con habilidades y capacidades muy por encima de nuestra media y que van a conseguir reducir drásticamente (o incluso eliminar) muchas de las tareas y procesos que realizamos diariamente tanto en el ámbito personal como profesional.
Sam cree que resiliencia, habilidad para cambiar y adaptarse, y aprender constantemente algo nuevo de forma rápida serán las habilidades clave necesarias para los próximos años.
A día de hoy (y sólo hace un par de meses que se lanzó abiertamente chatGPT) ya hay empresas que lo están incorporando en sus organizaciones y departamentos y están analizando cómo mejorar los procesos y ser más productivos siendo creativos en su uso.
En poco tiempo la habilidad de utilizar inteligencia artificial como la de chatGPT como herramienta de trabajo será tan imprescindible como lo es hoy en día tener nociones básicas de excel ya que la diferencia de rendimiento y productividad es tan abrumadora que se erigirá como un estándar en el ámbito laboral. Además Microsoft es la gran inversora detrás de OpenAI y en su hoja de ruta está la integración de la IA más puntera en sus productos (acaba de integrar chatGPT en su buscador Bing) así que parece bastante evidente que tenemos sí o sí, que aprender a utilizarla para ser competitivos en el futuro mercado laboral o como lo llamamos nosotros, ser un profesional 3.0.
Desde Hospitalidad Emprendedora llevamos meses anunciando que la evolución de internet, la Web3, está llegando y hemos de estar preparados para ello ya que comporta un cambio de paradigma totalmente revolucionario. Recordemos que Inteligencia Artificial es una pata de Web3 que incluye otras tecnologías como blockchain, realidad aumentada y realidad virtual entre otras.
La llegada de chatGPT es una toma de contacto para que nos hagamos a la idea de cómo es la revolución que estamos viviendo. Hoy más que nunca es importante estar al día en las nuevas tendencias tecnológicas en el sector si queremos surfear la ola y no vernos arrastrados por el tsunami.
Nosotros te ayudamos de dos maneras: ofreciéndote el mejor contenido en innovación turística de forma gratuita en nuestra newsletter semanal y con workshops prácticos de una hora y media en los que te enseñamos cómo utilizar herramientas de inteligencia artificial como chatGPT o Midjourney para crear texto e imágenes y que tengas las herramientas necesarias para liderar el futuro del sector.
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